Biografía

Tuve el honor de nacer en la tierra donde antes había nacido y vivido Elio Antonio de Nebrija, el creador de la primera Gramática Castellana, en el pueblo sevillano de Lebrija. Y tuve la suerte de tener y criarme en la mejor familia del mundo, con los mejores padres que se pueden tener y las mejores hermanas. Mis padres me transmitieron y me dieron todo lo que ahora soy y todo lo que ahora tengo. 

Mis padres me transmitieron todo lo que ahora soy y todo lo que ahora tengo

Los recuerdos en el Colegio de Ignacio Halcón, donde terminé la E.G.B en 1983 y en el Instituto Virgen del Castillo de Lebrija, donde hice el Bachillerato y el C.O.U. entre 1983 y 1987, con mis compañeros, amigos y profesores de aquella época, me han acompañado durante toda mi vida. A todos ellos los llevo siempre en mi corazón.

Como también llevo los inolvidables momentos vividos en la Universidad de Sevillal. Primero en la Escuela de Trabajo Social, ubicada en la inolvidable, calle Jimios. Entre 1988 y 1992 tuve la suerte de conocer y disfrutar de la sabiduría de profesores ya hoy desparecidos como D. José María de los Santos. El cariño entrañable de todos los compañeros de aquella promoción de trabajadores sociales nunca lo podré olvidar.

Y luego la Facultad de Derecho. Donde me licencié en el año 2006. Posiblemente los años más bonitos de mi vida académica, donde ya compatibilizaba mis estudios con mi trabajo como trabajador social. Profesores como D. José María Rivas Alba, (Derecho Romano) hicieron posible que el mundo del Derecho fuera algo muy atractivo y muy fácil de entender y aprender. Una vez más tuve la suerte de encontrar personas maravillosas, que caminaron a mi lado, en ese trozo de mi vida, en aquellas inolvidables tardes en las cafeterías de la Calle San Fernando de Sevilla.  Inmaculada Ferrayoli Martínez, ya hoy en el cielo, y Elena Fuentes Quiles, dejaron una huella imborrable en mi vida, imposible de olvidar.  

El cariño entrañable de todos los compañeros de aquella promoción de trabajadores sociales nunca lo podré olvidar

Y aquel mismo año en que terminaba mi etapa en la Universidad, comenzó una nueva etapa, que daría comienzo en el Encuentro Mundial de las Familias, celebrado en Valencia en Julio de 2006, donde conocí a mi esposa y la madre de mis dos hijos. Ella ha sido el pilar fundamental de mi vida desde entonces, la fuente de mi alegría y mi refugio en los momentos de tempestad.

La despedida de mis padres en las Navidades de 2017, entre el 26 y el 30 de diciembre, marcaron un antes y un después en mi vida. Me hicieron comprender e interiorizar, que la vida es algo tan bello como volátil, tan profundamente bonito como efímero... Sin duda la vida, es el mayor regalo que Dios nos ha dado, y precisamente por su fragilidad y velocidad con la que pasa, debemos protegerla y cuidarla, siempre y en todo lugar, vivirla con toda la intensidad y transmitirla a los que vienen detrás nuestra. Mis hijos son ahora junto con mi esposa, mi mayor tesoro. A ellos intento transmitirles todo lo que la vida me ha enseñado y todo lo que un día mis padres me dieron.