EXCMO. SR. MINISTRO
DE JUSTICIA
Don Alberto
Ruiz Gallardón
Ministerio de Justicia.
Calle San Bernardo, nº 45
28071 MADRID
Lebrija, a 9 de Noviembre de 2012
Estimado
Excmo. Sr. Ministro de Justicia D. Alberto Ruiz Gallardón:
He sido
militante del Partido Popular desde 1995 y miembro de la Ejecutiva Local del
Partido Popular de Lebrija desde 2009. El pasado 7 de noviembre he solicitado
mi baja como militante a la dirección del partido, como consecuencia de que hiciera
público Usted, a través de sus manifestaciones, que la sentencia del Tribunal
Constitucional sobre la Ley 13/2005, de 1 de julio,
por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer
matrimonio (popularmente conocida como ley de los matrimonios entre personas
del mismo sexo) sería vinculante para el PP y que por lo tanto el Gobierno del
que Usted forma parte, no modificaría ni derogaría la mencionada ley.
Ante esta triste situación, no
puedo dejar de escribirle a Usted, como Ministro de Justicia, y como miembro
destacado del Gobierno de España así como de la Ejecutiva Nacional del Partido
Popular unas breves palabras.
Que la sentencia del TC vincula
al Partido Popular será porque Usted lo dice, porque desde luego para una
inmensa mayoría de votantes, simpatizantes y militantes de este partido, el
matrimonio siempre será la unión entre un hombre y una mujer, como lo ha sido
desde el Derecho Romano hasta nuestros
días. Sr. Gallardón, con los pilares básicos sobre los que se sustenta la
sociedad no se juega, y mucho menos por un mezquino puñado de votos. Con esta
decisión de dar por buenas las políticas legislativas del Ejecutivo anterior,
ponen ustedes de manifiesto su adhesión sumisa, inquebrantable y ciega al
proyecto de cambio y de ingeniería social que pusiera en marcha en España el
Sr. Rodríguez Zapatero y sus brillantes ministras.
La historia sabrá poner a cada
uno en su lugar, y los que ahora presumen de “progres” y de creerse iluminados
y en posesión de una nueva verdad antropológica, social, cultural y jurídica,
que contradice al Derecho Natural, al sentido común, y a dos milenios de
civilización occidental, recibirán la valoración que merecen por parte de las
generaciones futuras.
Sr. Gallardón, le recuerdo que con la norma mencionada y
que ahora el PP da por buena, a los menores que son adoptados por parejas del
mismo sexo se le niega, su derecho natural a tener un padre y una madre. No son
los adultos los que tienen derecho a adoptar, sino que son los menores que son
adoptados los que tienen el legítimo derecho a tener un padre y una madre
adoptivos.
Asimismo, esta norma no reconoce la objeción de conciencia
a quienes en el ejercicio de su profesión se vean obligados a aplicarla, por un
motivo u otro, en contra de sus convicciones morales, personales o religiosas.
Fabricar
moneda falsa es devaluar la moneda verdadera y poner en peligro todo el sistema
económico. De igual manera, equiparar las uniones homosexuales a los verdaderos
matrimonios, es introducir un peligroso factor de disolución de la institución
matrimonial y, con ella, del justo orden social.
Con
esta norma, que Usted y el Partido Popular consideran ahora buena, a mí
personalmente y a todos los españoles/as, se
nos ha arrebatado el derecho de ser reconocidos expresamente por la ley
como "esposo" o "esposa" y se nos obliga a inscribirnos en
el Registro Civil como "cónyuge A" o "cónyuge B". Pues
bien, Sr. Ministro, Cónyuge A o B, lo será Usted y los que dentro del PP
piensan como Usted, porque para millones de españoles/as nosotros seguiremos
siendo esposos y esposas y usando esta terminología que ninguna ley podrá nunca
eliminar.
Con la nueva e insólita definición legal de matrimonio, se
excluye toda referencia a la diferencia entre el varón y la mujer,
convirtiéndose así el Partido Popular en un agente promotor más de la ideología
de género, y del relativismo cultural contemporáneo, pilares ideológicos ambos
de la triste y oscura recordada etapa del anterior gobierno socialista y que
ahora hace suyos, de forma consciente y deliberada el Partido Popular,
cometiendo así un tremendo y gravísimo error histórico que terminará pagando en
las urnas.
Sr. Gallardón, me planteo que
ocurrirá cuando dentro de unos años, la comunidad islámica en España, sea lo
suficientemente numerosa como para ser atractiva electoralmente. Supongo que
entonces, a un nuevo líder iluminado del PSOE se le ocurrirá incluir en su
programa electoral modificar nuevamente el código civil para dar validez al
matrimonio polígamo, satisfaciendo así la demanda ya presentada en 2005 por el presidente de la Federación Española de
Entidades Religiosas Islámicas, Mansur Escudero, quien presentó una solicitud
ante el Ministerio de Justicia para que se regulase también la "opción
matrimonial" de la poligamia.
Tras llegar al poder, los
dirigentes del PSOE, no tendrán ningún pudor en cumplir su promesa electoral y
aprobar la poligamia en nuestro país. Y supongo que entonces, el PP en la
oposición, volverá a rasgarse las vestiduras como ya hiciera en 2005 con la
legalización del “matrimonio” entre
personas del mismo sexo, incluso como no, recurrirá dicha norma ante el
Tribunal Constitucional, incluso puede que Usted mismo firme dicho recurso de
inconstitucionalidad de su puño y letra. Pero como la historia se suele
repetir, posteriormente, pasados unos ocho o diez años, y cuando la sociedad
española estuviese lo suficientemente narcotizada o en este caso, islamizada,
supongo que nuestro querido Tribunal Constitucional, volverá a argumentar que
la sociedad española ha seguido evolucionando y que por lo tanto la opción
matrimonial de la poligamia es también constitucional. Y seguramente, cuando al
Partido Popular le vuelva a tocar gobernar, ya se encargarán sus dirigentes de
turno, de decir sus ya conocidas patéticas palabras: “La doctrina del Tribunal Constitucional es para nosotros vinculante”.
Sr. Gallardón, le recuerdo, que
ese planteamiento nefasto de considerar “vinculante” para el grupo popular, el
hecho de que sea declarada constitucional una ley que antes se ha recurrido en
los Tribunales, (recurrida por considerarla contraria a Derecho y por lo tanto
por no estar de acuerdo con ella cuando se estaba en la oposición, pero que
cuando se gobierna con mayoría absoluta no se tienen agallas de derogar), ha
tenido terribles consecuencias para la sociedad española en casos precedentes.
Me refiero concretamente a la Ley
del aborto de 1983, aprobada por el Gobierno socialista de Felipe González, que
finalmente fue avalada por el Tribunal Constitucional en 1985, y que a pesar de
ser recurrida por el Grupo Popular de aquella época (AP), después no tuvo
valentía de derogar cuando pudo hacerlo con mayoría absoluta (2000 al 2004). El
resultado de esa actitud es que casi dos millones de seres humanos han sido
aniquilados en España antes de llegar a nacer, y cientos de miles de mujeres
han sido condenadas a sufrir el síndrome pos-aborto a lo largo de todos estos
años.
Sobre esta última cuestión le
recuerdo, que cada día que pasa sin que su Gobierno derogue la Ley del Aborto
libre de Bibiana Aído de 2010, más de 300 seres inocentes son ejecutados en
España en el vientre de sus madres, en quirófanos esterilizados… ¿Me puede explicar
a que está Usted y su Gobierno esperando para poner fin a esta matanza diaria
de inocentes? ¿Esperan quizás a que el Tribunal Constitucional avale también
esta ley socialista del Gobierno anterior y entonces así poderse volver a
esconder y parapetarse una vez más de manera cobarde detrás de dicho Tribunal
para no cambiar la ley? Le confieso Sr. Gallardón, que si bien, un día tuve
esperanzas de que mi partido fuera capaz de proteger la vida y la maternidad en
mi país, ahora mismo ya me espero cualquier cosa de Usted y del Gobierno del PP
en esta materia tan importante, para la sociedad española. Mucho más importante
que los desahucios, el déficit o la prima de riesgo, no le quepa duda.
Sr. Ministro de Justicia, como
conclusión podemos afirmar con claridad, certeza y mucha tristeza, que
actualmente en España, las leyes vigentes no protegen al matrimonio en su
especificidad con las terribles consecuencias negativas que de ello se derivan
para el bien común. Muchos españoles/as seguiremos alzando nuestra voz, le pese
a quien le pese, en pro del verdadero matrimonio, de su reconocimiento jurídico
y de su adecuado tratamiento por las leyes, aunque por ello seamos tachados de
políticamente incorrectos. Como ha señalado recientemente, Gádor Joya, tenemos
un Gobierno en España que no tiene claro cuales son sus principios.
Sr. Gallardón, si cree Usted, que
con esta decisión de aceptar la norma aprobada por el Gobierno socialista de
Rodríguez Zapatero para desnaturalizar el matrimonio, ganarán un puñado de
votos, se equivocan gravemente, pues aunque consigan que los voten una minoría
homosexual, seremos muchos más los españoles que dejaremos de darle nuestra
confianza en próximas elecciones generales por este motivo y todo lo que conlleva.
Tiempo al tiempo.
Reciba mi más cordial y afectuoso
saludo.
Atentamente,
Fdo.: José Antonio Barragán
Dorantes
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